Cómo MOTIVAR a tu hijo a ESTUDIAR SIN PRESIÓN 😊

¿Cuántas veces te ha dicho tu hij@ que se va a poner las pilas?

¿Cuánto le dura? Puede que sea un par de semanas, un par de días o un par de horas. La cuestión es que cuando te lo dice parece que se lo cree. ¿Qué sucede entonces? ¿Por qué no lo mantiene?

No estudiar es una defensa

Desde bien pequeños hay una tendencia terrible a desarrollar una relación tóxica con los estudios. A relacionar estudiar con sufrimiento de alguna forma, ya sea por aburrimiento, desinterés, por hacerlo obligados, por pereza, por tener una sensación de no poder con ello, por falta de métodos y disciplina, etc.

En ese punto, estudiar se va haciendo cada vez más cuesta arriba y se convierte en un puro desmotivador. Algo de lo que huir para el cerebro subconsciente de tu hij@

Nuestro cerebro siempre trata de protegernos y si detecta una experiencia como traumática o dolorosa de alguna forma tratará de impedir que tengamos que enfrentarnos a ella de cualquier manera.

Literalmente llega el momento en el que quiere, pero no puede.

Ahorro de baterías

El cerebro gasta una cantidad enorme de energía y siempre está buscando la forma de ahorrar ese gasto. Para que te hagas a la idea, el cerebro que pesa aproximadamente 1,5kg puede comerse entre un 20% y un 30% de toda la energía que consume el cuerpo entero.

Lógicamente, cuando el cerebro pasa el tiempo en redes neuronales «cómodas», por las que ya ha pasado muchas veces y que conoce perfectamente requiere menos energía y por eso trata de mantenerse en esas vías todo lo posible.

No es eso lo que ocurre con los estudios que significan enfrentarse a algo desconocido y muchas veces complicado. Es la diferencia de cuando vas conduciendo por una autopista que coges todos los días y sabes perfectamente donde están los desvíos y hasta los radares a cuando vas por una vía desconocida no muy bien asfaltada, sin arcén y con curvas.

Por esta razón el cerebro subconsciente de tu hij@ también puede tratar de evitar los estudios.

Empieza bien y luego se desinfla

Ya hemos visto un par de motivos de peso por los que puede evitar los estudios. Sin embargo, muchas veces a principio de curso o de trimestre sí logra vencer esas barreras y ponerse, pero le dura poco y se desinfla. ¿Por qué?

Vencer a esos dos enemigos que hemos comentado no quiere decir que los haya matado. Siguen ahí y contraatacan continuamente.

Cuando empieza el curso o el trimestre, especialmente después de unos malos resultados, hay otra fuente de dolor presente que contrarresta el sufrimiento de ponerse a estudiar: el miedo a repetir los malos resultados y sus consecuencias. En realidad ese miedo puede estar ahí durante todo el curso, pero en los inicios puede juntarse con otro factor determinante: la perspectiva. En el inicio es más fácil mirar al trimestre o al curso completo y pensar que hay tiempo para cambiar.

Lo que se nos escapa muchas veces es que es muy fácil pegar un empujón fuerte, lo más complicado es mantener la fuerza. Es sencillo levantar una pesa de 5kg, lo difícil es mantenerla arriba mucho tiempo.

¿Cómo lograr que tu hij@ se ponga y lo mantenga?

Aquí hay distintos factores que entran en juego y podemos fortalecer para ayudarle:

  • Plan específico: Nada como saber exactamente lo que toca hacer para lograr hacerlo. Puede plantear un plan semanal y uno aún más al detalle diario. Es importante que sea preciso, no basta con decir que va a estudiar historia. ¿Qué parte del tema? ¿Va a estudiar, hacer un resumen, esquemas, repasar…? ¿A qué hora?
  • Perspectiva: No solo saber qué hacer en el día o en la semana sino que, mirando al próximo mes, todo encaje y dé tiempo a prepararse todo lo que tiene.
  • Técnicas de estudio: Ponerse a estudiar y saber estudiar es muy distinto y si tu hij@ se pone, pero no sabe bien cómo hacerlo será mucho más fácil que se desinfle.
  • Rutinas: Crear hábitos es fundamental. Cuando el ser humano repite suficientes veces algo, crea un hábito. Es decir, se convierte en un acto automático o casi. Se siente extraño si no lo hace. Crear rutinas de estudio facilita que su cerebro tienda más a ponerse y menos a huir de los estudios.
  • Por qué estudia: Muchos adolescentes estudian por obligación, porque sí, para que sus padres estén contentos o no les echen la bronca y les castiguen. Esos motivos son muy débiles para sostener un esfuerzo a lo largo del curso. El alumno que tiene clarísimo que quiere hacer medicina y no tiene un plan B, tiene una razón de peso para no flojear.
  • Pagar el precio: Una cosa es el objetivo, por qué estudia, y otra diferente es estar dispuesto a hacer lo que hay que hacer para lograrlo. Todos queremos comer mejor o hacer más ejercicio, pero no todos están dispuestos a pagar el precio. Con mejores técnicas, un coach, profes particulares, amig@s… buscar formas de que el precio no parezca tan alto. Por otro lado, fortalecer la identidad para tener mayor capacidad para esforzarse.
  • Menos o mejor presión: Si tu hij@ ha desarrollado una relación tóxica con los estudios es muy posible que a más presión más desmotivación. Lee las emociones de tu hij@ y actúa en consonancia para animarle y darle fuerzas.
Blog Iñaki Hernán

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