Cómo gestionar el móvil en verano con tu hijo adolescente

El móvil es una de las grandes batallas que libran los padres con sus hijos adolescentes. Hace tan solo 10-15 años los padres no tenían esa preocupación. Recuerdo cuando los móviles no tenían acceso a internet y parece que hace una eternidad, pero en realidad eso fue hace muy poco. 

Ahora que se acaba el curso y llega el deseado verano, es posible que te invada el miedo de que tu hijo no haga nada más que estar con el móvil todo el día y no sepas qué hacer para evitarlo.

 Actividades alternativas y propósito

Una de las cosas que más se escuchan por ahí es que para que tu hijo suelte el móvil debe tener otros hobbies o actividades que ocupen su tiempo. Igual que una de las claves para librarte de un mal hábito es suplirlo con otro mejor. Estoy totalmente de acuerdo, pero no es tan sencillo.

¿Qué pasa si tu hijo no quiere apuntarse a nada? En este caso depende de varias cosas.

Recuerdo veranos de cuando tenía 12-14 años. En cuanto abrían la piscina estaba allí, corría, nadaba, jugaba… no paraba. Volvía para comer, descansaba un poco, sobre todo porque la digestión era sagrada en mi casa, y en cuanto podía me iba a la piscina otra vez. Hacia las 19h o 20h iba a jugar al fútbol hasta la hora de la cena y después de cenar salía de nuevo al lado de casa ya más tranquilo. Es decir, hacia todo el ejercicio del mundo, socializaba y en aquellas no había móviles. Si el plan de tu hija es parecido, posiblemente no hace falta buscar más actividades.

Sin embargo, si lo que pretende hacer es estar tirado en el sofá o metido en su cuarto casi todo el día con el móvil o con la play, entonces sí conviene hacer algo al respecto y forzar que se apunte a algo. Siempre puede elegir a qué apuntarse, pero no le dejaría 3 meses de inactividad y disparos de dopamina descontrolados por horas y más horas de móvil.

Ahora bien, el día es muy largo y, pese a apuntarse a alguna actividad, es posible que le sigan sobrando 6-8 horas para estar conectado. Cuando esas actividades a las que se puede apuntar realmente pueden marcar una diferencia y ayudar a que deje el móvil a un lado es cuando implican un propósito para tu hija. Cuando se engancha, cuando quiere mejorar y tras acabar la sesión quiere seguir, cuando se pica y quiere más. Es entonces cuando las horas pasarán volando para ella y ese hobby o actividad sí facilitará que el móvil esté bajo control. Las malas noticias son que no depende de ti que se enganche así.

Aprendizaje

Es cierto que muchos adolescentes no tienen ni idea de lo que quieren ser de mayores y no me extraña, pero también es verdad que muchos adolescentes sí tienen diferentes intereses. Tengo una alumna que le gustaba el diseño de interiores, otra que le llamaba la atención la contabilidad, otros que piensan en una oposición, otros en diseño de videojuegos, programación, ser youtuber. Hay un millón de opciones.

Sin embargo, casi todos ellos no están haciendo absolutamente nada para aprender más sobre esos intereses.

El verano es un momento perfecto para cambiar eso, hacer cursos online, presenciales, ponerse proyectos y retos por su cuenta para ser autodidacta, leer artículos o libros, buscar un mentor, etc. En definitiva, hacer algo con sus intereses para potenciarlos, desarrollar su motivación y su capacidad de esfuerzo en cosas que le gustan.

Evidentemente, esto no solo le ayudará a crecer sino que también le podrá mantener más tiempo alejado del móvil o le ayudará a hacer un mejor uso de él.

Responsabilidades en casa

Como decía antes, el día es largo y da para hacer muchas cosas. Algunas de esas cosas suponen colaborar en casa. A cualquier edad pueden tomar responsabilidades, desde recoger los juguetes para los más peques hasta limpiar o cocinar para los adolescentes.

Hacerse cargo de quehaceres de casa le ayudará a madurar, a ganar disciplina y responsabilidad y, a la vez, hará que ese tiempo no pueda estar conectado al móvil.

Si ya tienes a alguien que limpia en casa, posiblemente aún queden cosas en las que tu hijo puede ayudar. Si no, podéis buscar otras alternativas, pero siempre es bueno que los adolescentes tengan responsabilidades fuera del instituto aunque no es necesario que les lleve demasiado tiempo.

Si lo has intentado y tu hijo se niega a colaborar posiblemente quiere decir que has perdido la autoridad y el liderazgo en casa y es muy conveniente que lo recuperes.

Límites

Efectivamente, por mucho que haga alguna actividad, cursos y que colabore en casa, es posible que le sigan sobrando muchas horas y las quiera emplear en el móvil o en la play. Aquí puede llegar la hora de poner límites. Para ello te doy algunas claves:

  • Medir desde la base: La tendencia habitual a la hora de poner límites es pensar en lo que debería estar sucediendo (el pico de la piramide), pero esto puede estar muy alejado del punto donde se encuentra tu hija. Piensa en dónde está y cuál sería el próximo escalón, con suerte y disciplina podréis subir mas de un escalón a lo largo del verano. Si quieres que esté 1 hora máximo al día y está más de 6 horas, más vale empezar por reducir el tiempo a 5 horas por ahora.
  • Pensar en frío: No pienses ni le digas lo que debe hacer en un momento en el que estés alterada. Busca un momento de tranquilidad para pensar con mayor calma y claridad. Después de la ducha puede ser un buen momento que el agua nos suele relajar.
  • Consecuencias: A la hora de poner consecuencias si no cumple es importante que sean consecuencias que le ayuden a aprender, no que le den donde duele.
  • Negociar: Plantear objetivos para el verano que has pensado tú por tu cuenta y que vas a imponer tal cual a tu hijo puede levantar más barreras de inicio que si le planteas que es necesario hacer un cambio y que quieres que busquéis un camino juntos. Las consecuencias también pueden, incluso deben, ser negociadas si es posible.

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