El hijo ideal no existe

Tu hij@ seguramente sea tu misión más importante en la vida. Quieres lo mejor para él/ella incluso cuando es a tu costa. Deseas que sea feliz, que no sufra, que le vaya bien, que logre sus objetivos, que sea inteligente, que tenga seguridad, que estudie, que sea responsable, que sea organizado y un largo etcétera.

En resumen, consciente o inconscientemente es fácil caer en la búsqueda del ideal con tu hij@. Eso no es tan bueno.

¿Qué es el ideal con tu hijo adolescente?

El ideal es lo que pensamos que es óptimo, lo mejor, lo bueno y positivo. El ideal es como un jardín de rosas sin espinas, como una playa sin gente en plena temporada, como el que busca un buen trabajo en el que gane mucho dinero y trabaje poco.

El ideal con tu hija adolescente es que estudie mucho y saque buenas notas sin que tengas que decirle nada. Pero a la vez, que no estudie tanto como para sentir estrés y que no le afecte a las horas ni a la calidad de sueño.

El ideal es que tenga amigos y salga a la calle, pero a la vez que pase tiempo en casa que así está más controlado y hay menos riesgos.

El ideal es que sepa lo que quiere y luche por ello, pero a la vez que no se cierre puertas y que lo que quiere tenga muchas y buenas «salidas».

El ideal es que sea organizado y responsable, pero también que explore, se divierta y disfrute la vida.

El ideal es que nos escuche y obedezca, pero a la vez que sea autónomo y no se deje llevar.

El ideal es que sea bueno en lo que le gusta, pero sin cometer errores que puedan frustrarle.

El ideal es mentira. Es bonito en apariencia como una medusa, pero está lleno de peligros y es mejor no intentar alcanzarlo.

¿Cuáles son los peligros de buscar el ideal con tu hij@?

Voy a desenmascarar algunos de los peligros de buscar el ideal con tu hijo adolescente tanto para ti como para tu él/ella:

  • No es realista: Cuando buscas algo que no es realista es muy fácil que la frustración esté continuamente presente porque siempre tendrás la sensación de que no puedes estar donde querrías. Desde la frustración no tomarás las mejores decisiones por lo que se hará más sencillo alejarte del ideal aún más.
  • Tentación de control: Quieres llegar al ideal y es demasiado difícil como para dejárselo a otro, menos aún a un adolescente. Eso es lo que te lleva a tratar de controlar y saber todo para poder modificarlo y adaptarlo. Es imposible y aunque lo fuese, lo siento, pero no eres tan buen@ como para lograrlo.
  • Dualidad: De una forma o de otra, todo tiene al menos 2 caras. Todo tiene pros y contras. Todo camino que se tome cierra otros y abre nuevos peligros. No existe «el camino».
  • No canalizas, te enfrentas: Tu hija tiene sus cosas, sus gustos, su carácter, su ritmo, etc. Claro que se puede cambiar, pero no depende de ti y no es tan rápido. Sin embargo, la tendencia es a seguir intentándolo un día sí y otro también. Eso te trae más conflictos y te impide canalizar lo que realmente está pasando y aprender cómo aprovecharlo para mejorar.
  • Pérdida de límites: En el ideal no aparece el conflicto y puedes tratar de evitarlo. Poco a poco tu hij@ puede ir midiendo y extendiendo los límites porque no percibe consecuencias reales y eso puede derivar en una falta casi total de reglas imprescindibles no solo para la convivencia sino también para su propio desarrollo como persona.

La parte buena del ideal

La misión de Google es ordenar toda la información que existe y hacerla accesible y útil para todas las personas. Es imposible y lo saben, pero es lo que ha movido a la empresa desde que Serguéi Brin y Larry Page la fundaron.

La diferencia que hace en este caso que esa búsqueda de lo imposible haya sido tan positiva para Google convirtiéndose en líder absoluto de su mercado y una de las empresas más potentes y admiradas del mundo es la filosofía que tienen ante este ideal imposible.

Saben perfectamente que no es posible. Cuentan con ello y lo que buscan es en realidad acercarse lo más posible a su misión imposible. Es como la estrella guía, la siguen, sí, pero en ningún momento se les pasa por la cabeza llegar hasta ella.

La diferencia con tantas madres y padres es la pretensión y la lucha por alcanzar ese ideal con tu hij@. Claro que sabes que no vas a llegar, pero es lo que quieres. No intentas acercarte lo más posible, intentas alcanzarlo. Puede parecer una diferencia mínima pero es gigante. 

Ten claro tu ideal y ten igualmente claro de nuevo que es como esa estrella a la que miras para guiarte, no la pierdas de vista, pero coño, mira al frente que si no te vas a chocar por estar en la estrellas.

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