En este post me atrevo a hacer una receta con dos ingredientes que aparentemente no tienen nada que ver, pero que creo que tienen todo que ver: la paternidad de adolescentes en este caso y el marketing.
Voy a hacer esta mezcla en forma de 10 claves absolutamente contrastadas en marketing y que aplican perfectamente para que las tengas en cuenta en la relación con tu hij@ adolescente.
¿Qué es el marketing?
Antes de empezar voy a hacer una definición sencilla de marketing para que quede claro de lo que estoy hablando.
Marketing es cualquier acción o estrategia que tiene como objetivo dar a conocer y/o vender un producto, servicio o idea.
1. La verdad por delante
Si descubres una empresa que está mintiendo en su publicidad o que la persona que te atiende es quien te miente, ¿comprarías? ¿Querrías volver? Claro que no.
Muchas de esas mentiras provienen de un interés por ingresar tu dinero en su bolsillo y eso te jode. Cuando tienes la más remota sospecha de que están intentando colártela sales corriendo. Sientes que no eres más que una marioneta para ellos, que quieren mover sus hilos para que saques la tarjeta y la pases por el datáfono.
¿Cuántas veces le has dicho a tu hij@ que estudiar es por su bien, que no es por ti? Intentas hacerle ver que tú no tienes ningún interés en que él/ella estudie, pero no es cierto. Tu identidad y valía como padre o madre está en juego. Tienes mucho interés en ello. Es cierto que si lo razonas de forma puramente lógica vas a llegar a un montón de argumentos que justifican tus palabras. Lo que sucede es que el ser humano es mucho más que lógica. Tú también.
Tu hij@ percibe que eres tú quien tienes más interés que él/ella en que estudie. Es más, para lo que se supone que le preparan los estudios está tan lejos en el tiempo para tu hij@ que no lo puede valorar como para tener un interés tan grande como el tuyo. Además, nunca ha vivido lo que es trabajar así que tampoco lo puede valorar.
Sin embargo, le sigues diciendo que es por su bien. Eso genera un conflicto en el mensaje. De hecho, las razones más comunes por las que los adolescentes me dicen que estudian es por obligación, para ser algo en la vida y por sus padres. Como ya hemos visto, ser algo en la vida está demasiado alejado para ell@s, pero lo que está muy palpable es la importancia que tienen sus estudios para ti.
Di la verdad. Es la mejor forma de generar confianza. Solo se compran las ideas a quien se gana tu confianza.
2. Primero el cliente
En una formación que estuve de Level Up en Madrid lo dejaban muy claro, su frase literal fue esta: «tu opinión importa una puta mierda».
Es así de sencillo. En marketing está claro, tú puedes verlo muy claro, puedes estar enamorado de tu producto, servicio o idea, puedes ver un millón de razones por las que deberían comprarlo… Nada de eso importa. Si lanzas tu marketing y nadie compra, tu producto será una joya que solo servirá para coger polvo y que puede llevarte a la ruina. La opinión del cliente es lo único que importa y éste te muestra su opinión comprando o no.
O cambias algo en la forma que ofreces tu mensaje, en tu estrategia, en tu comunicación, etc. y logras un cambio o seguirás sin vender.
En este caso, tú tienes una idea que vender, por ejemplo que estudie. Lanzas tu mensaje, pero tu hij@ no estudia. O cambias de estrategia o tú puedes ver muy claro lo que tu hij@ debería hacer, pero seguirás estrellándote contra un muro hasta que deje de estudiar.
Primero, encuentra los intereses reales y actuales de tu hij@, solamente ahí podrás venderle tu idea.
3. Valor por delante
Si no has comprado algo es muy posible que no tengas suficiente información sobre ello. Es más, cuántas veces compramos algo (un móvil por ejemplo) y no sabemos la mayoría de las cosas que puede hacer.
Da valor primero. Esa es una de las reglas básicas de marketing: antes de que el cliente te compre, dale algo de valor. Por supuesto, no importa si es valioso para ti, debe tener valor para el cliente y solo sabrás si has acertado después de crear y ofrecer ese valor.
Mi padre hubo un tiempo que quiso que me apuntase a una academia de técnicas de estudio. ¿Qué hizo? Decírmelo. Insistir con más o menos frecuencia e intensidad. Yo nunca llegúe a imaginar qué podría encontrar de valor para mí en esa academia. Lo desconocía y, por tanto, no me interesó. No vi valor. Si la acedmia le hubiese dado algo de valor a mi padre y él a mí, quién sabe si me pudiese haber interesado.
Dale algo que tu hij@ valore y que esté relacionado con lo que quieres que logre. Espera y observa su reacción, si ve que hay valor, es más fácil que muestra interés.
4. Invierte primero
Este punto está estrechamente relacionado con el anterior. Si una empresa quiere vender algo, primero invierte para crearlo y luego para ofrecerlo. En este punto aún no sabe si recuperará su inversión y es un riesgo que debe estar dispuesto a asumir. Solamente después de esa doble inversión el cliente invertirá su dinero y su tiempo o no.
Tú vas a invertir tiempo y dinero en charlas, profes, academias, etc. antes de saber si lo va a aprovechar o no. Debes estar dispuesto a asumir el riesgo y no echárselo en cara bajo ningún concepto ni remotamente.
NOTA: Distinto es si tu hij@ te ha pedido algo y no lo ha aprovechado, ahí sí estás en tu derecho y casi en tu deber de exigirle que rinda cuentas.
5. Prueba / Error
En una reunión estratégica de marketing con los mejores expertos del mundo solo pueden crearse hipótesis. Nadie va a tener certeza de si un mensaje, producto, servicio, idea, etc. va a funcionar hasta que no se lanza y se ve la reacción del mercado.
Por eso, se sabe perfectamente que se lanza algo, se mide y si no funciona se modifica y se lanza de nuevo. Si funciona, se mantiene y a la vez se modifica y se lanza en paralelo para ver si se encuentra una fórmula aún mejor. A esto se le llama optimización.
Decide qué quieres de tu hij@ y haz una prueba. Si no funciona, no te apures, no le regañes, prueba otra cosa. Si funciona y se puede optimizar vuelve a probar cosas, pero cuidado con no dar pasos atrás.
6. Transparencia
A nadie le gusta la letra pequeña. En marketing, si dejas las condiciones claras la gente tiene menos dudas. Sin dudas es más fácil tomar una decisión de compra.
Igualmente, la garantía bien grande genera más confianza. Dejar claro que es la empresa la que asume el riesgo y no el cliente muestra mayor valor en el producto y facilita dar el paso.
Como madre o padre, sé transparente con lo que quieres y muéstralo claramente. En este punto puede que pienses que esto lo haces y lo dejas bien clarito. Sin embargo, ¿cuántas veces acabas discutiendo con tu hij@? En un conflicto suceden 2 cosas nos obsesionamos por tener razón e improvisamos.
En un momento de calma deja por escrito tus expectativas, tus garantías y tus condiciones. La transparencia no implica solamente no ocultar cosas sino que implica dejar las cosas claras y fáciles.
7. No vendas, no tengas objetivos egoístas ocultos
La palabra vender está muy mal vista. Se filtra egoismo, intereses ocultos, mentiras, conspiración…
Hay otra forma de ver la venta y el marketing: Un medio para ayudar a las personas.
Sin Amazon no tendríamos la cantidad de productos que tenemos al alcance de un click, sin gastar tiempo, sin costes de envío y en 24 horas en casa. Jeff Bezos se ha hecho el hombre más rico del mundo sí y lo ha hecho gracias a ayudar a millones de personas en el mundo a hacerles la vida un poco más fácil.
Vuelvo al ejemplo de los estudios que se repite en tantas casas. Si realmente tienes claro que los estudios son por su bien y no tienen nada que ver contigo, ¿por qué te enfadas tú si no estudia? ¿Por qué te frustras y te genera ansiedad? Si no tiene nada que ver contigo.
8. Comunicación
Esto es fundamental en marketing, aprender a comunicar bien. Comunicarse no es hablar y punto. Comunicarse es entender la situación de la otra persona, escuchar, elegir tus palabras con cierto cuidado, el tono, el lenguaje corporal, etc.
En mi opinión una de las claves básicas en la comunicación es estar interesado en la otra persona más que preocuparte por ser interesante. A la gente le encanta hablar de sí misma y de las cosas que le preocupan. A tu hij@ adolescente también.
Lo que sucede es que la mayoría de la comunicación entre padres o madres e hij@s deriva en instrucciones basadas en los intereses y opiniones de los padres. Esa comunicación no te llevará demasiado lejos.
Escúchale, valida su forma de pensar, siente su dolor y su alegría junto a él/ella, deja que tome sus decisiones más a menudo, apóyale, respétale y, por supuesto, pon tus límites, pero de forma clara y escógelos sabiamente.
9. Productos que no funcionan
Nos acercamos al final y debo incluir una advertencia importante. En marketing hay productos que simplemente no funcionan. Los mejores empresarios del mundo han sacado al mercado y han invertido mucho dinero, tiempo y esfuerzo en productos que no han funcionado y han tenido que cancelar.
Da igual lo listo que seas, nadie se escapa del fracaso. En mayor o menor medida llega y hay ideas que simplemente no lograrás nunca que cuajen en la cabeza de tu hij@. Asúmelo.
10. Cumple tus promesas
Para hacer que un cliente compre puedes prometer un millón de cosas y lograr que pique. Lo que sucede es que el cliente va a tener tu producto o servicio y si no cumple con lo prometido no le va a sentar muy bien. Intentará devolverlo, nunca volverá a comprar y hablará mal de ti donde pueda. Lo peor de todo es que habrás perdido su confianza y esa es muy difícil de recuperar.
Cuando prometas algo a tu hij@, cumple. Estoy convencido de que siempre o casi siempre lo haces, pero no podía saltarme este punto.
Un detalle que puede pasar por alto aquí, si lo que has prometido es una consecuencia debes cumplirla también. Por eso es tan importante meditar bien las consecuencias o castigos.
11. Liderazgo
A todos nos gustan los bonus y a mí poder dar siempre un poquito más y por eso te voy a dar una clave extra.
En marketing todos intentan ser líderes en su sector (si no sueñan con poder llegar algún día), ese es el lugar de la gloria. Es cuando venden casi sin esfuerzo. Cuando la gente ha comprado tanto a una empresa que se ha convertido en líder, la confianza en ella se suele dar por hecha.
Si logras esa posición con tu hij@, será mucho más fácil que te escuche y acompañe tus ideas. No hará falta discusiones ni castigos. Te has ganado su admiración, en mayor o menor grado quiere parecerse a ti y seguirá tus pasos de una u otra forma.
Eso sí ganarse esa admiración, ese puesto de líder no es fácil. Solo unos pocos llegan. Eso no es dar órdenes. Es ser un ejemplo. Es ser un reflejo de sus aspiraciones. Es tener tus valores muy claros y ceñirte a ellos. No se trata de pedir que te siga ni mucho menos que te obedezca. Se trata de hacer lo que sabes que es bueno sin forzar lo que hace tu hij@ y que él/ella decida y quiera seguirte.